Mi nombre es Marisa y soy una de aquellas personas que trabajan desde casa a través del ordenador. Mi salario depende de ese chisme y si un buen día le diese por estropearse sería mi ruina. Y ese día fatídico llegó, pero por suerte un técnico bien trajeado me lo arregló y como agradecimiento por su ayuda me lo follé salvajemente ...
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